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ANTICUERPO CONTRA PEDOFILOS

 

                                         El anticuerpo contra el atentado pedofílico, se subsana con la eficacia de enseñarles para que sean atinados en saber tratar a los adultos por medio del Ud.”, siendo el mejor mecanismo de defensa del cuidado infantil y del sí mismo, para sobrevivir ante el delito inmoral del pervertido. Siendo sumamente importante prepararlos para que aprendan a diferenciar entre sus pares y adultos, mediante el “trato del usted” para sortear el peligro y adaptarse a las exigencias de las instituciones. El menor, necesita ser respetado y respetar para precaver la posible mala intención del trasgresor. Los padres modernos, son responsables de facilitar al pedófilo a sus hijos, debido a que no educan cómo comportarse para que adquirieran el código de diferenciar la intergeneración, para que comprenda que todo el mundo, no es igual. La hegemonía del horizontalismo del “tuteo”, los hace vulnerable al depredador de menores para ser violado, por no respetar la distancia entre adulto-niño. La prevención del abuso sexual infantil, son motivados por la confianza que obtiene el violador gratuitamente, pasando hacer “amigo” o “tío” por tratarse de igual a igual, favoreciendo el macabro plan de saquear la intimidad del menor por la carencia de distancia generacional, facilitando al pervertido de conocer gustos, después tentar, para  terminar con su macabra misión sádica. Los niños dependen para su supervivencia la utilización de la herramienta de prevención, para generar vínculo de respeto y evitar alguna negativa intención.

La entrada de personas ajenas al hábitat del infante, se transforma en zona de riesgo y potencialmente peligroso, debido a que los abusos ocurren y se emplazan dentro del hogar con la  siniestra peculiaridad de: visita de amigo, vecino, abuelo, padre, primo, madre, entre otros.  El desubicado infante, tienen la necesidad de tutear a los mayores como:  tío, tía, oye, ven, entre otros. La modalidad del famoso “pijama party”, se presta para la perversión del mirador depravado (voyer), utiliza las bromas para exhibirse, emplea rendijas y orificios para mirar y elegir su presa cuando duermen y juegan, sin saber que mora con su agresor. Los violadores llevan una doble vida, siendo su familia la última en enterarse que su progenitor manifiesta conductas pedofílicas, teniendo una actitud dentro de su casa rígida, por tener la fantasía inconsciente de evitar de no atentar en contra de su prole, mal humor, violento y humilladores de su mujer.

La indefensión ante el podófilo en la hija, las predisponen con el disfraz de la típica histérica seductora “femme fatal” con ropa extravagante, escote, calzas ajustadas y mini, generando la sensación del “maní para los monos”, propiciando el pasaporte a la crueldad erótica. 

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